Hacía bocha que no escribía algo, así que acá me tienen.
Antes que nada quisiera salvar mi imagen, así que esperen que guarde mi foto.
Archivo guardar como ja.JPG.
Listo.
Nunca antes había experimentado lo que experimenté ayer, y como todo lo no experimentado antes, el experimento fue una cagada, así que no se los voy a contar.
Es por ello que vamos a pasar a otro tema.
Ayer fue feriado, y como buen feriado uno lo usa para hacer esas cosas que antes hacía todos los días; como: mirar tele, juntarse con amigos, hablar cosas sin sentido, leer un libro, afeitarse los genitales o echarle pimienta a la abuela en la salida del ano contranatura.
Ayer por la tarde nos juntamos con unos amigos que hacía tiempo no veía, y para ser honesto con ustedes y con la verdad, recordé que el distanciamiento había sido absolutamente adrede de parte mía.
Uno de ellos, en la época del colegio, era el típico ganador que tenía todas las minas, vivía de joda y no le importaba nada, desafiaba a los profesores y no había día en que se quedara en su casa.
Cualquiera hubiera pensado que no tenía arreglo ni futuro.
Y cualquiera hubiera estado en lo cierto, no tuvo arreglo ni futuro.
Para que me entiendan lo voy a explicar con una metáfora (aunque no quiero meterle fora a nadie): es un tipo que esperó el tren del progreso en un andén, en la época en que los trenes se privatizaron y dejaron de andar. Como el único tren que funciona regularmente es el de los cartoneros, terminó cartonero.
Por qué será que la gente cambia? Podrá preguntarse alguien
Por qué será que hay gente QUE NUNCA cambia? Me preguntaría yo.
Ya sé, me puse serio al pedo, pero es que anoche comí porotos mentales.
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