Aunque la gilada no quiera aceptarlo, los martes 13 son una seguidilla de actos desafortunados, que van más allá de una creencia o una película.
Un martes 13, por ejemplo me tiraron un hielo por el cuello de la remera y me recorrió toda la espalda.
Pasada la cuota de incoherencia, seguimos con el martes 13.
Venía escuchando en la radio que no hay que casarse ni embarcarse, eso me hace pensar que hay un comando que boicotea los transportes en esa fecha. Algo así como el “Escuadrón de defensa de las creencias”.
Pero después me acuerdo que yo sí creo en el martes 13 y me autodescarto la autoteoría, siempre mientras vengo en auto.
Entonces, podríamos decir que el martes 13 es yeta?
La respuesta es sí.
Quizás fuera mejor pensar que son boludeces, pero eso es consuelo de tontos y como no soy tonto uso otros consoladores.
La yeta es la explicación que usa el mediocre para justificar su fracaso. JA!
Ilusos, la yeta es real!!!
En fin, se dieron cuenta que desde que empecé a escribir no dije nada?
El texto no tiene cuerpo y el cuerpo no tiene sextos…
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