OTROS HIJOS TONTOS

jueves, 21 de junio de 2007

Agnam Atrac...

Mírame a los ojos, ves la ternura que me generas? No?
Fíjate bien, la encontrarás detrás de las cataratas, justo al lado del derrame.
Perdóname, nunca quise mentirte, es algo que me fluye como un acto reflejo.
Amarte?
Te amo con locura... pues sólo estando loco puedo explicar la permanencia a tu lado.
Me haces sentir extraño. Extraño mi familia, mis migos, mi dinero...
Sabes que siempre estaré a tu lado, porque la orden de arresto domiciliario por matar a tu madre me impide despegarme de tí, ya que la paliza que te dí aquella noche te ha dejado postrada.
Sabes que nuestros hijos nos necesitan. Quién, sino, va a cambiar el catéter del suero cada noche, y controlar que no sufran por las heridas del incendio.
Oh, recuerdo la noche del incendio, dijiste que querías revivir la llama de nuestra relación... debiste haberme aclarado a qué te referías cuando te rociaba de nafta, antes de arrojarte el fósforo. Pero a pesar de ello, debes aceptar tu parte de responsabilidad, pues ya en llamas, podrías haber saltado por la ventana en lugar de correr hacia la habitación de los niños.
Nada empañará nunca nuestra relación, salvo el humo del cañito este que me fumo al despertar, porque sino sabes que me pongo un poco violentito y me termino inyectando cosas que me hacen un tanto loco.
Esta carta no es más que para recordarte por qué estamos juntos, eh?
Así que la proxima vez que me vengas con planteos pelotudos, puedes imaginar lo que te espera....

Está clarito?

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