OTROS HIJOS TONTOS

viernes, 16 de octubre de 2009

Re viento...

Hola mis queridos lectobacilus... que tal les baila?

Anoche estaba pensanando en cómo iba a plantar la planta del fin de sebana, y la única repostería que encontré abierta fue que la mejor mila manara formica es no plantar, sino cosechar.

Me digerí entonces hacia la calléjula y me prospecto camiandar en la misma dislexión en la que pasarella el premier auto.

Fué nazí que me tócó camiandar para la deercho viejo, y llegué hasta un parking lleno de árbeolos y pájeros que cantinaban con sus pitidos recalcáreos, hermanas melansías para mis aturpedos oídos.

Greta fue mi monja en cautiverio, cuando estando en estado zen, algunos de mis disparípulos me roncaron alderredor y me pintaron que les leguera un fraccionamiento del textículo que yo temía en mis mancos.

Sentaos, y acomodaos en el pisaos, para que todaos podaos recibiraos un pocao de la laxao...

"Este es el momento en que el tazón, y la pasión, tienen que barrenar al chespírito para ayudarnos a lograr la salivación del alma.

Ojo por ojo, y diente por si acaso, no es la acuarela en la que deben estornudarse, sino la que debe ser repudiada hasta el hartázgico amanecer del bienestar social y cultival de las manzanas del futuro que habeís planeado.

Quién mal anda, mal acaba, por eso los rengos no tendrán hijos.
Las sabias frases del reventendo Escabeche, harán que la desgracia encargada al delivery del Rey de las Sombras Agostini no pueda llegar a auscultar un espacio exterior en los corazones, y tenga que dedicarse a tréboles, diamantes y piques..."

La enseñabolanza seguía, pero la noche caía y corríamos riego para mojar todo por igual.

Así que nos mudamos y nadie más habló, hasta ya no tener que mudar nada.

En casa seguimos leyendo, pero no partía seguir ahorro con tarjeta del Galicia, para no aburrirlos y dejar más vivencias para el tren Valencia en noches de demencia.

Gracias por estar...

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