OTROS HIJOS TONTOS

viernes, 4 de mayo de 2007

Esparciendo nonsenses...

Dulce capullo de alelí… si tu supieras mi dolor…

Qué canción boluda.

Ni me acuerdo sobre qué iba a escribir hoy, la verdad. Pero siempre algo sale, delirar no es tan difícil (belezza).

Ayer fui a jugar a la pelota con compañeros del trabajo, y es una cagada, porque no se puede putear tranquilo.

A cualquiera le gritaríamos

- “Pasala lareconchdetumadreylaputaquetepariodeparada”

En cambio a los jefes se los respeta, onda:

- “Buena, buena, yo me llevé la marca para que usted patee al arco.

Cuando el pensamiento real era:

- “Para patear como el ojete, me la hubieras dado”

Acción, reacción y pensamiento no se condicen en estas tres expresiones del mismo sentimiento.

Ah, no… en esa me pasé…

Abuela! Traiga el papiro y la lapicera para anotar esa frase!

No vieja boluda!... Papel y lápiz…

A la gente grande hay que explicarle todo…

Póngase los lentes y anote: “en esa me pasé”… gracias… vaya a lavarse el orto contranatura.

El tema viene siendo que jugar al fútbol con desconocidos es complicado para los que nos gusta putear.

Aclaro para los giles: “putear” debe entenderse como “Insultar” y no como “andar de putas”… por si acaso.

Estoy re disperso, dijo el oxígeno. Que se joda por boludo.

A lo que iba, si me dejan de interrumpir con fantochadas (lo qué?) es que cuando se putea a alguien que no se conoce, se debe estar preparado para esperar la respuesta, venga esta materializada en forma de piña o como contrainsulto.

Preferiría siempre la segunda, porque la creatividad en las puteadas me ha instruido notablemente en ese aspecto.

Can we play? (Podemos tocar la lata?)

Clase de inglés gratis, peleles…

No hay comentarios: