Ayer tuve un día bastante oscuro, pero gracias a un amigo vi la luz…
- “Abrí la ventana, nabo”
- “Uh, gracias…”
Para eso son los amigos, para llamarlo “nabo” a uno cuando no ve la luz.
Mientras miraba un partido de fútbol y la cancha estaba llena de manchones blancos, debe ser por la lluvia, porque desde chiquito me enseñaron que las manchitas blancas que salen son por hongos causados por la humedad.
El tema a tratar hoy podría ser tranquilamente el fútbol, por ser Lunes, pero voy a tratar de no tratar esa trata, para tratar de tratar otra cosa.
Los comienzos de semana son complicados, porque el desarrollo depende de cómo arranque uno a la mañana.
Es decir, si arranca para el lado de la pared, el desarrollo es con un chichón en la frente.
Consejo 1: Hay que levantarse para el lado que no hay pared.
(Fin modo Osho)
De camino acá, pasó algo que me dolió mucho.
Me bajé a comprar facturas, y al salir de la panadería, un niñito, descalzo, con la ropa rota y temblando de frío me pidió una moneda…
- “Una moneda?”… andá a laburar pendejo del orto, te creés que cago guita, acaso?
Como dije, me dolió la desfachatez con la que el niñito pedía monedas.
Después me quise ganar el cielo y le dejé una moneda de 1 centavo de austral (la del ñandú)
Espero que mi caridad le permita conocer la fauna de la Argentina (y no me refiero a sus familiares)
Consejo 2: La caridad educa
(Fin modo Hadad)
- “Los compañeros están en pie de lucha” dijo un sindicalista…
Sonó gracioso porque era el sindicato de fabricantes de muletas. (Favor de tirar los tomates a la izquierda)
- “Cuando fui al cumpleaños de mi cuñado no me daba para abrazarlo…
- “Por?”
- “No se… es una cuestión de piel…”
- “Es mal tipo?”
- “No, es leproso…”
(No jodan, a ustedes no se les habría ocurrido)
- “Disculpe, señor bloguero, pero sus chistes son malos”
- “No te perdono un pito”
- “No le pido que me perdone el pito, le pido que me disculpe la intromisión”
- “Ah… no se, ya veré”
- “Por qué no le ve ahora?”
- “Porque usted está sentado sobre la intromisión”
- “Pero mi intromisión no está escrita, es un sonido…”
- “Justamente, está usted sentado sobre mi audífono”
- “Oh, disculpe”
- “Ya le dije que ya lo veré”
- “No, ya no me refería a la intromisión, ahora hablaba del audífono”
- “Claro, de lo otro ya nos olvidamos, no?”
- “No señor…. Yo sólo…”
- “Solo o acompañado, igualmente es un boludo”
- Igualmente”
- “Sí, igualmente, o es sordo usted?”
- “El sordo es usted”
- “Vaya a lavarse el orto contranatura…”
Consejo 3: Nunca hagan chistes malos en presencia de un sordo pelotudo.
(Fin modo Pachachín)
Me voy a hacer un café…
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